La experiencia piloto de la fábrica de premoldeados de hormigón -en barrio Santa Rosa- mostró la fuerza que tiene la educación no formal para generar opciones de salida laboral. Ahora buscan difundir y multiplicar esa prueba en toda la provincia.
Moldeando sueños. Con la fábrica de premoldeados de Santa Rosa, lo que comenzó como una prueba experimental podría convertirse en un emprendimiento barrial de carácter asociativo. Foto:Gentileza Cecovi
Una idea, una acción coordinada, un efecto multiplicador a favor del trabajo asociativo. Hace un tiempo, la UTN Santa Fe -en conjunto con la entidad italiana CISP y la Asociación Civil Canoa- impulsaron un proyecto piloto que consistió en la creación de una planta comunitaria dedicada a la fabricación de premoldeados de hormigón -tubos, canales y losas para veredas y desagües pluviales- en Santa Rosa de Lima y con vecinos de ese barrio. Aquella iniciativa dio buenos frutos, y ahora podría convertirse en un emprendimiento de tipo cooperativo autogestionado por los propios trabajadores. Es decir, una fuente de empleo para familias de extracción humilde.
Esa primera prueba piloto -ya finalizada- mostró que la capacitación como instancia de educación no formal es un camino para la inclusión. Y ahora se pasó a una segunda instancia: su réplica y multiplicación en la ciudad y en la provincia. En este sentido, concluyó recientemente un proyecto de difusión y diseño comunicacional -financiado por la Secretaría de Estado de Ciencia de la provincia- que consistió en la elaboración de un manual técnico y de un video que relata y promueve la experiencia comunitaria de la fábrica, su organización y la cohesión social en torno al emprendimiento laboral.
La fábrica comunitaria “ha sido una experiencia muy positiva. Por eso, se tomó conciencia de la necesidad de replicarla, de que tenga eco en otros barrios, hasta en otros puntos de la provincia. De allí este plan de difusión”, destacó a El Litoral el Arq. Jorge Citroni, director del Centro de Investigación y Desarrollo para la Construcción y la Vivienda (Cecovi) de la UTN Santa Fe, a cargo de la coordinación del proyecto.
Desarrollo
Iniciado en 2009 y ya concluido, el proyecto de la planta de premoldeados fue financiado por el Comitato Internacionale per lo Sviluppo dei Popoli (CISP). La UTN Santa Fe -a través del Cecovi- se encargó del asesoramiento técnico, y Canoa de la articulación con el medio barrial. A su vez, la Municipalidad cedió el terreno adonde se instaló la planta. El objetivo madre fue “favorecer la reconstrucción del tejido social, económico, cultural de los barrios perjudicados por la inundación de 2003”.
Hoy en ese emprendimiento comunitario trabajan unos 15 vecinos produciendo tubos, canales y losas de hormigón -implementos que sirven para desagües pluviales y veredas-. “La idea es que a partir de ahora, la planta siga en funcionamiento con un sentido comercial, que sea una fuente de trabajo e ingreso para los vecinos que la trabajan. Que ellos mismos produzcan estos elementos y los vendan, que se organicen como emprendimiento”, refirió Citroni.
En toda esta experiencia ha sido de gran importancia la capacitación como modalidad de educación no formal. “También la utilización de herramientas comunicacionales para la reproducción de estos emprendimientos productivos en otros sectores socialmente vulnerables”, destacó el director. “Hubo charlas grupales, reuniones y jornadas de difusión, se distribuyeron panfletos o volantes, y hasta se hizo un vídeo. Queremos que se genere un efecto multiplicador”, cerró.
Inscripción
www.formacioncontinuame.gov.ar/conectarIgualdadTrayectoria/
