Mirar al río y a la historia

Los rosarinos celebran sus áreas ribereñas recuperadas, los nuevos edificios públicos y su tradición arquitectónica moderna.

En distintas notas publicadas por ARQ en años recientes se hizo referencia a la satisfacción de los habitantes de Rosario en general, y de los arquitectos en particular, por la recuperación de los espacios ribereños y la proliferación de otras en contacto directo con el río Paraná. También se reseñaron los ambiciosos programas de obras públicas del gobierno provincial, sobre todo en las áreas de salud y educación, con gran protagonismo de arquitectos reconocidos como Mario Corea Aiello. Mucho menos conocida, en cambio, es la existencia de una escuela o tradición arquitectónica local con referentes de peso y continuidad en el tiempo.

Sin duda, una mezcla de todos estos factores influyó para que las preferencias de los arquitectos, más allá de que cierto sentido común los haya llevado a más de la mitad (el 58,7%) a elegir al Monumento a la Bandera como la obra más emblemática. Pero, además, fue completada en 1997 con la construcción en su base del Pasaje Juramento , con proyecto de los rosarinos Alejandro Beltramone, Marcelo Ponzellini y Mariano Costa. Esta ampliación, que combina el uso del agua y esculturas en mármol de Lola Mora, renovó la atracción del monumento.

En segundo lugar, votada por el 34,7%, quedó ubicado un símbolo de lo que podría llamarse el “nuevo Rosario”: el Centro Cultura Parque de España , una obra pionera en empezar a reinventar la relación de los rosarinos con su frente ribereño, encargada al catalán Oriol Bohigas. En tercer lugar, con el 28%, el llamado “Kavanagh” de Rosario: la torre La Comercial , sobre el Bulevar Oroño, del crédito vanguardista local Ermete de Lorenzi.

Curiosamente, a la hora de votar a los edificios más bellos, la mayoría de los arquitectos (el 26,7%) eligió una obra pública y sanitaria como el muy reciente Hospital de Emergencias Dr. Clemente Álvarez , de Mario Corea.

Los que no son arquitectos, en tanto, se inclinaron también por el Monumento (el 60%) y el Clemente Alvarez (28,1%) como los más emblemáticos, pero subieron al podio de los más bellos al Club Español (votado por el 34,4%), un ejemplar de modernismo catalán que se luce más por dentro que en su única fachada (está entre medianeras), y al Palacio Minetti (27,5%), famoso por haber sido el primer rascacielos y por las esculturas de su remate.

Son llamativas las coincidencias absolutas entre los arquitectos y el resto de los votantes al votar como lugar más agradable al Parque de España, junto al río, y a toda la ribera en general. También, en considerar al muy institucional y neoclásico Palacio de Tribunales como el edificio más feo de la ciudad